¿Sabías que calentar agua es lo que más energía gasta en el hogar después de la calefacción? Descubre cómo ahorrar agua caliente más allá de cambiar tus baños por duchas o de meter los platos directamente al lavavajillas sin prelavado.
No hay nada más placentero que una buena ducha caliente al llegar a casa. Pero cuando te olvidas de todo y te dejas llevar… en solo diez minutos puedes haber consumido hasta 200 litros de agua caliente de un tirón.
¿Podemos ahorrar agua caliente y gastar menos, manteniendo esa sensación inigualable? Tenemos buenas noticias para ti, ahorrar agua y disfrutar es posible si sabes cómo.
No renuncies a tu comodidad para ahorrar en agua caliente
El gasto en agua caliente se lleva una parte importante del consumo de una vivienda tradicional. Según la OMS, supone nada menos que el 34% del agua que se gasta en los hogares españoles.
Pero no queremos aguarte la fiesta ni que renuncies a ninguna de tus conquistas. En ocasiones basta con darle una vuelta a lo que tenemos para descubrir como ahorrar agua en casa. Empecemos por la ducha.
Cómo ahorrar agua en la ducha
Para conseguir ahorrar agua en nuestra casa, la ducha es uno de los mejores sitios por donde empezar.
Aquí el ahorro gira en torno a tres ejes:
- La duración y temperatura.
- El tipo de instalación y el tipo de cabezal (la alcachofa).
- El sistema para calentar el agua.
Ahorrar agua caliente cantando bajo la ducha
Respecto a la duración de una ducha es uno de los puntos donde hay un mayor consenso para conseguir ahorrar agua en nuestras casas. Especialistas y organismos recomiendan 5 minutos como el tiempo suficiente para una higiene perfecta y evitar derrochar agua.
Quieres hacerlo aún más divertido. Ponte una canción que dure esos 5 minutos y disfruta de ahorrar agua cantando bajo la ducha.
“Cada minuto de ducha gasta entre 8 y 15 litros de agua.”
Ahorrando agua y energía en casa
La temperatura ideal del agua se puede conseguir sin superar los 30ºC y, si es posible, bajando todo lo que nuestro confort nos lo permita hay personas más frioleras que otras).
Por debajo de 24ºC se considera agua fría. Por encima de 30ºC nuestra piel puede sufrir inflamaciones que tendrán como efecto secundario molestos picores durante el resto del día. En casos de temperatura extremadamente caliente no son extrañas las bajadas de tensión.
Con duchas más cortas, una buena canción y una temperatura adecuada, podemos seguir disfrutando de esos momentos a la vez que ahorramos agua en casa.
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