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Por ley, ¿cada cuánto hay que cambiar el contador de agua?

Desde la entrada en vigor de la Orden Ministerial ICT/155/2020, se establece la obligatoriedad de cambiar los contadores de agua cada 12 años.

¿Por qué? Como medida para garantizar la precisión en la medición del consumo real y fomentar una gestión más eficiente de los recursos hídricos.

¿Por qué cambiar los contadores cada 12 años?

La normativa indica que todos los contadores individuales instalados y los de uso colectivo, como el contador de entrada general de los edificios, deben ser verificados o sustituidos al alcanzar los 12 años de uso.

Esto responde a que la vida útil de estos dispositivos está limitada por su capacidad de mantener la precisión en la lectura de contadores de agua. Con el paso del tiempo, el desgaste mecánico puede provocar errores de medición, pérdidas económicas y hasta fugas de agua no detectadas.

Incluso aquellos dispositivos que hayan sido renovados previamente también deben ser reemplazados si ya han alcanzado ese límite de antigüedad. El objetivo es asegurar que todos los sistemas de medición estén en condiciones óptimas y actualizados tecnológicamente.

¿Quién asume el coste del cambio?

Una de las preguntas más frecuentes es si los propietarios deben pagar por el nuevo equipo. En efecto, la norma establece que los propietarios tengan que asumir su coste, salvo que el contrato con la empresa concesionaria indique lo contrario.

En muchos casos, la comunidad de propietarios es la encargada de coordinar y gestionar este proceso, especialmente cuando existe un único contrato para todo el edificio.

Contadores de telegestión: una solución inteligente

La renovación de los contadores brinda una oportunidad ideal para instalar contadores de nueva generación. Los contadores de telegestión facilitan la recopilación remota de datos de consumo y permiten una lectura precisa sin necesidad de acceder a la vivienda.

Estos sistemas de lectura remota ahorran costes, reducen errores y mejoran la eficiencia energética al ofrecer información detallada para detectar consumos anómalos o excesivos.

Además, su integración con repartidores de costes de calefacción en sistemas centralizados permite un control individualizado del consumo térmico, fomentando un uso más responsable de la energía.

Ventajas de la renovación de contadores

El cambio obligatorio no es solo un trámite, es también una oportunidad para mejorar la gestión del consumo real de agua y optimizar recursos.

Precisión en el consumo

Los contadores antiguos tienden a perder precisión con el tiempo, lo que puede derivar en lecturas incorrectas. Un contador nuevo garantiza que pagas exactamente por tu consumo real.

Detección de fugas

La nueva generación de contadores, especialmente los de telegestión, facilita la detección de fugas de agua de forma temprana. Esto evita el derroche y los daños asociados, lo que se traduce en un ahorro significativo a largo plazo.

Eficiencia en la gestión

Los contadores de telegestión facilitan la lectura de contadores de agua de forma remota, eliminando la necesidad de visitas presenciales. Esta característica, junto con su capacidad de monitoreo constante, genera una gestión más eficiente del recurso.

Ahorro de costes a largo plazo

Aunque los propietarios tengan que asumir su coste inicial, la precisión y la capacidad de detección de fugas de los nuevos contadores, especialmente si son remotos, ahorran costes a la comunidad o al particular al prevenir derroches.

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