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¿Para qué sirve la huella de carbono y cómo se calcula?

En la época del impacto global del cambio climático que nos encontramos, la huella de carbono se ha convertido en un indicador crucial para empresas y consumidores por igual. Es por esto que en este artículo descubriremos qué es, para qué sirve esta huella de carbono e incluso cómo calcularla y la tipología.

¿Qué es la huella de carbono?

Es un indicador ambiental que mide la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generados directa o indirectamente por una actividad, empresa, producto o servicio. Su cálculo permite conocer el impacto ambiental y desarrollar estrategias para su reducción, promoviendo el desarrollo sostenible y/o su compensación.

Tipología

Según su aplicación, encontramos diferentes tipos:

  • Huella de Carbono Organizacional o Corporativa: se encarga de evaluar las emisiones generadas por las operaciones de una empresa, desde el consumo de energía eléctrica hasta las emisiones indirectas de su cadena de suministro. Es fundamental para la junta general de accionistas y para demostrar un compromiso con el desarrollo sostenible.
  • Huella de Carbono de Producto: para analizar las emisiones a lo largo del ciclo de vida de un producto, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final.
  • Huella de Carbono por Evento: como su nombre indica, se encarga de evaluar las emisiones que se producen en eventos y buscar así su compensación.

A menudo, también se ha escuchado hablar de la huella hídrica. Aunque diferente, a veces se considera una parte de ella junto con la huella de carbono, midiendo el volumen total de agua dulce utilizada para producir bienes y servicios.

¿Para qué sirve la huella de carbono?

Después de conocer en profundidad qué es y su tipología, es conveniente explicar cuál es el uso de este, e indicar su beneficio en el día a día de las empresas.

Uno de los elementos clave es la medición del impacto ambiental, un primer paso para entender y gestionar las emisiones de GEI. Es la antesala a la identificación de oportunidades de reducción, pues al conocer los hábitos de consumo y las fuentes de emisiones permite desarrollar una estrategia de reducción de emisiones efectiva.

Al mismo tiempo, las empresas que demuestran un compromiso elevado con la sostenibilidad obtienen importantes ventajas competitivas en el mercado que nos encontramos, que es tan competitivo y con tendencia sostenible y eficiente.

Cómo calcularla

Para calcular la huella de carbono se utilizan varias metodologías, destacando entre las más reconocidas a nivel mundial el GHG Protocol y la ISO (14064 para organizaciones y 14067 para productos).

Actualmente, se han desarrollado herramientas que permiten realizar el cálculo de la huella de carbono, sin embargo, es necesario tener un criterio técnico para considerar correctamente los límites operacionales, factores de emisión, etc. Por ello, lo más común es confiar este ejercicio a empresas especializadas como NESS.

El cálculo se realiza considerando, entre otras:

  • Emisiones directas: provenientes de fuentes propias (combustión de combustibles fósiles, procesos industriales).
  • Emisiones indirectas: relacionadas con el consumo de energía eléctrica, transporte y otros insumos.
  • Evaluación del ciclo de vida: Análisis completo de un producto, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final.

3 ventajas fundamentales

Tal y como se comenta más arriba, las empresas que apuestan por este cálculo obtienen una serie de beneficios como el cumplimiento normativo, la mejora de la reputación y confianza de los diferentes stakeholders y la optimización de costes.

A mediados de marzo se aprobó el RD por el que “establece obligaciones específicas para ciertas empresas en España en relación con la divulgación de información no financiera y diversidad; empresas que formulen cuentas consolidadas y las sociedades de capital cuyo número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a 500 y tengan la consideración de entidades de interés público o bien, cumplan la condición para ser considerada gran empresa” como indica el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.»

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