Que la COP30 tuviera lugar este año en Belém (Brasil) no es casualidad, pues la Amazonia brasileña representa un ecosistema vital para la regulación climática global.
La COP (Conferencia de las Partes) es el órgano de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Su importancia radica en ser el principal foro mundial para que casi 200 países negocien y acuerden acciones coordinadas para enfrentar la crisis climática.
En este sentido, Brasil acogió del pasado jueves 06 de noviembre al viernes 21 a decenas de países para tratar los principales temas que afectan a nuestro planeta y que a continuación procedemos a resaltar.
Objetivos y agenda de la COP30
A modo resumen, los objetivos centrales de la COP30 se enfocaron en acelerar la acción climática para mantener vivo el límite de calentamiento de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París.
No obstante, el resto de los puntos a tratar fueron los siguientes:
- Financiamiento climático y apoyo a países vulnerables: asegurar recursos para adaptación, resiliencia, transición energética, claves especialmente para países en desarrollo.
- Protección de bosques tropicales y biodiversidad: poner en el centro la conservación de la Amazonia y otros ecosistemas críticos.
- Transición energética justa y aceleración de energías limpias: impulsar la descarbonización, eficiencia energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
- Justicia social, inclusión y derechos humanos: integrar cuestiones de género, comunidades vulnerables, pueblos indígenas y trabajadores en una transición justa.
- Aumentar la ambición: impulsar a los países a presentar nuevos Planes de Acción Nacional (NDC) más ambiciosos.
- Adaptación y resiliencia al cambio climático: ante impactos ya evidentes (olas de calor, inundaciones, deforestación…), definir planes concretos de adaptación, con indicadores y apoyo financiero.
- Conectar el cambio climático con comercio, tecnología y desarrollo sostenible: abrir nuevos diálogos sobre comercio climático, tecnología limpia y políticas de desarrollo bajas en carbono.
Avances y acuerdos conseguidos en la COP30
En este contexto, y tras dos semanas de reuniones y jornadas, la cumbre concluyó con la aprobación del Paquete de Belém, un documento que reafirma el compromiso con el Acuerdo de París, generando opiniones encontradas debido a su nivel de ambición y compromiso.
En palabras del presidente de la Conferencia de las Partes, André Corrêa do Lago, el objetivo es que la cumbre marque el inicio de una década de transformaciones.
- Triplicar la financiación para adaptación climática: los países acordaron incrementar significativamente los fondos destinados a ayudar a comunidades vulnerables y países en desarrollo para adaptarse así a los impactos del cambio climático. Muestra de ello es ellanzamiento por parte del país anfitrión del «Fondo de Bosques Tropicales para Siempre» (TFFF) con el objetivo de recaudar a largo plazo 125 mil millones de dólares para remunerar a los países que protegen sus selvas.
- Mecanismo formal de “transición justa”: por primera vez a nivel COP se consagra un marco que incorpora derechos laborales, equidad, inclusión social y protección de grupos vulnerables en la transición energética y ecológica, como la inclusión de los pueblos indígenas en cuanto a derechos territoriales y conocimientos tradicionales.
- Reconocimiento explícito del riesgo de excederse de 1.5 °C (Misión Belém para 1,5 °C): el texto reconoce que existe la posibilidad de sobrepasar ese umbral, lo que implica que cualquier sobrepaso debe ser limitado en duración y alcance.
- Nuevos diálogos sobre comercio, tecnología y clima: por primera vez en una COP se hizo referencia a medidas comerciales relacionadas con el clima, y se acordó mantener un foro permanente sobre clima y comercio para el periodo 2026–2028.
- Plan para revisar y avanzar en planes nacionales de adaptación (NAPs): desbloqueando un estancamiento previo, facilitando que los países desarrollen estrategias más sólidas de adaptación.
Conclusiones
La primer de ellas tiene que ver con las metodologías de cálculo de la huella de carbono, pues para 2028 se deben unificar estas metodologías (ISO 14064 y GHG Protocol).
La siguiente conclusión tiene que ver con ratificar el compromiso de España de ser carbono neutral de cara a 2050.
Finalmente, se buscará la descarbonización de manera progresiva para eliminar así la dependencia a los combustibles fósiles.
En definitiva, la COP30 reafirmó el multilateralismo y el compromiso con el Acuerdo de París, pero dejó a la comunidad global con una sensación de falta de ambición en el tema más crítico: la eliminación de los combustibles fósiles, dejando la hoja de ruta para este sector para futuras negociaciones.
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